Whisky blanco o whisky sin envejecer

En su mejor momento, el whisky blanco (white dog en inglés) puede ser un espirituoso muy crudo y explosivo. Es la expresión pura del grano destilado antes de que el whisky comience su contacto con la madera. Presentado con una alta graduación (como el Rye Spirit y el Single Malt Spirit de Wasmund, que tienen 124 grados), el whisky blanco puede ser una unión de dulce y fuego, con profundas notas de albaricoque o plátano, que se ven agitadas por las ardientes especias. Pero la mayoría de los whiskies ligeros se reducen a 80 grados, donde el fuego disminuye y las notas frutales se vuelven dulces (casi como un Jolly Rancher).  En el caso del High West Silver Western Oat Whiskey, el sabor está tan suavizado que podría embotellarse fácilmente como vodka.

Whisky sin envejecer

En muchos sentidos, el white dog es la primera fase del whisky; el barril y el whisky añejo, la fase final. Desgraciadamente, el movimiento del white dog ha dado lugar a una selección de bebidas espirituosas que hace que se consiga un whisky a medio formar, un trabajo en progreso, que a menudo representa lo peor que el whisky puede ofrecer.

El entusiasmo por la categoría de whiskies blancos tiene mucho sentido. Hay un gran auge de la microdestilación en todo el mundo y una creciente demanda de whisky en el mercado. El whisky ligero es fácil de hacer, cuesta una fracción del whisky añejo y no tiene que reposar en barriles durante años antes de poder venderse. Además, el whisky blanco tiene una gran tradición: la imagen de chico malo del whisky destilado ilegalmente y sus raíces antisistema dan a la bebida un toque de emoción que resulta muy convincente. Y luego está el vodka, rey de las bebidas espirituosas blancas desde los años 60. Su largo reinado parece estar cediendo, dejando espacio para que otras bebidas blancas tengan su momento de gloria.  Si combinamos esto con el renacimiento del movimiento de la coctelería clásica y los mixólogos que buscan más sabor del que tradicionalmente ofrece el vodka, tenemos la búsqueda del próximo gran espirituoso blanco: el white dog.

Aunque el whisky sin envejecer puede parecer bueno sobre el papel, simplemente no cumple como categoría. Sin la complejidad de un whisky añejo, el whisky blanco no se sostiene en muchas bebidas clásicas de whisky.  Aunque muchos mixólogos han intentado noblemente mezclar con whisky blanco, los resultados palidecen en comparación con bebidas similares con destilados clásicos totalmente envejecidos o alternativos. El whisky blanco es también un sustituto bastante pobre del vodka en las bebidas, ya que no es muy neutro y sus tonos frutales pueden volverse fácilmente dulces cuando se mezclan. También hay muy pocos whiskys ligeros que consideraríamos beber directamente y, cuando se apilan junto a whisky y bourbon añejos sólidos y asequibles en nuestro grupo de licores, es difícil sacar el whisky sin envejecer para beber.

La moda del whisky sin envejecer es, en última instancia, una muleta para los microdestiladores que realmente deberían dedicar el tiempo y el dinero a producir whisky completamente añejado. Es difícil y caro esperar a que tu whisky envejezca en barricas, pero el resultado final es muy superior a la alternativa.